¿Cómo y cuándo dejar un trabajo?

¿Cómo y cuándo dejar un trabajo?

Dejar el trabajo sin tener otro empleo asegurado suele generar un estado de ansiedad y una sensación de fracaso que seguramente todos hemos experimentado alguna vez. Apenas empezamos a pensar en irnos de ese lugar donde ya no nos sentimos satisfechos y felices, el estrés empieza a apoderarse de nosotros, pues no sabemos a dónde ir ni cómo hacerlo.

En ocasiones nos sentimos desagradecidos, otras veces creemos que no conseguiremos un trabajo en poco tiempo y en el peor de los casos, nos asumimos derrotados. ¿Y quién contrataría a un derrotado?

Sin embargo, a veces debemos calmar un poco la mente y lanzar una moneda al azar. Cuando empezamos a pensar en dejar un trabajo es porque algo no anda bien entre el sujeto y “algo” en la compañía. Las razones son múltiples. Puede que en la compañía esté sucediendo algo irregular, que nos compromete moral o éticamente. En esos casos, lo mejor es “soltar”. Involucrarnos en situaciones laborales de ese tipo puede resultar en un caos total.

Otra razón para querer renuncia a un empleo, y aunque no lo creas es quizá la más importante, consiste en que nuestro trabajo empieza a afectar nuestra salud, nuestra vida fuera de él e incluso nuestro bienestar. Aquí es cuando definitivamente tienes que soltar.

Ningún empleo es más importante que tu salud y felicidad. Además, en el ámbito de la empleabilidad el tiempo de antigüedad o tu fidelidad a determinada compañía no es lo que determina tu capacidad para ser empleable. Si un trabajo ya no te satisface ni te permite desarrollar tus competencias y saberes, ¡suelta!

Para dimitir, lo primero es estar seguros de las razones por las cuales preferimos irnos. La pereza y la queja no son motivos suficientes en absoluto. Luego de conocer bien las razones, debemos tener claro cómo y cuándo presentar nuestra renuncia. La manera como nos retiramos de una empresa habla mucho sobre cómo fue nuestro desempeño dentro de ella. A donde quiera que vayamos, la referencia laboral anterior es importante, por lo tanto debemos procurar que termine de la mejor forma.

No importa la razón por la cual hemos decidido irnos del lugar donde habíamos estado trabajando, la separación -como en una relación de pareja-, debe ser lo más respetuosa, agradecida y amable posible. No es necesario hacer denuncias si no tenemos manera de demostrarlas ni acusaciones por los problemas personales que el trabajo nos haya generado; de cualquier manera estar allí fue nuestra decisión. Así como ahora lo es dimitir. Así que lo principal es mantener impecable tu reputación y las buenas relaciones antes, durante y luego de la renuncia.

Pasos para dejar el trabajo

Según Priscilla Claman (coaching profesional y presidenta de Career Strategies), los cuatro pasos para renunciar de la mejor manera son:

  1. Elaborar un plan de renuncia. Lo que debemos establecer en ese plan es cuándo y cómo lo haremos y a quién le presentaremos nuestra renuncia. Fijemos una fecha y ¡soltemos!
  2. Debemos tener tres referencias sobre nuestros trabajo más reciente, ya se del jefe o los compañeros de trabajo. Esto debemos hacerlo cada vez que nos retiremos de una empresa. Las referencias -sobre todo las más recientes- nos ayudarán a encontrar un mejor empleo.
  3. Finalmente, debemos redactar una carta de renuncia donde además de agradecer la experiencia y conocimientos adquiridos, en ningún momento culpemos a nadie por la renuncia. Ni siquiera a nosotros mismos.
  4. El día después de la renuncia es el más importante en el inicio de su carrera.

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¿Cómo empezar a pensar en la profesionalización como cultura corporativa?

La formación dentro de las empresas debería ser una obligación, pero también un derecho. Las personas siempre deseamos ser mejores, aprender más, dar lo mejor de nosotros mismos y para lograrlo la educación sigue siendo una de las mejores vías. Tener un empleo o un cargo fijo no supone dejar en el olvido nuestros estudios ni las alternativas para aumentar nuestros niveles de profesionalización. Entonces, ¿cómo lograr que nuestros jefes lo entiendan o que la empresa dentro de la cual nos desempeñamos nos apoye?

 

  • Saber qué queremos y escribirlo. La escritura nos permite ser más conscientes de nuestro entorno y de nosotros mismos.
  • Asumir el compromiso y la responsabilidad de lo que queremos y necesitamos. Estudiar no significa que somos inferiores, significa que queremos ser mejores.
  • Todo estudio es una inversión de tiempo y recursos. Antes de iniciar cualquier curso debemos tener claro en qué nos convertiremos al terminar. Hasta este punto debería tener escrito qué quiere, para qué lo quiere y cómo se imagina al conseguirlo.

 

  1. Ahora que tiene claro lo que quiere para usted, reflexione y luego escriba de qué manera beneficiará su aprendizaje a la empresa dentro de la cual labora. Para que su jefe comprenda el sentido de sus estudios debe ser capaz de explicarle la relación de los intereses propios con los de la empresa.
  2. Solicite una reunión y prepárese para explicar cada uno de los items anteriores. Procure hacer énfasis en la relación entre el desarrollo personal y el de la empresa.

Dedicar el tiempo a formar una solicitud lógica y cuidadosa puede resultar gratificante en sí mismo porque aporta claridad sobre lo que realmente necesita. Y estará contribuyendo, tal vez incluso catalizando, a una cultura corporativa que ayuda a las personas a aprender y crecer de maneras más allá de lo que tradicionalmente se hace. Si la empresa no contempla la formación de sus empleados dentro de sus principios, no desista, usted podría ser el iniciador de una transformación interna dentro del lugar donde trabaja.